16 de noviembre de 2008

Comunicado de la Asocación Cultural Tibetano Costarricense

Hoy quiero compartir con ustedes el comunicado de la Asociación Cultural Tibetano Costarricense, sobre la cancelación de la visita del Dalai Lama a nuestro país:

COMUNICADO DE LA ASOCIACIÓN CULTURAL TIBETANO-COSTARRICENSE CON RESPECTO A LA CANCELACIÓN DE LA VISITA A COSTA RICA DE SU SANTIDAD EL XIV DALAI LAMA

Mediante este boletín tuvimos la enorme alegría de anunciarles la visita a Costa Rica de Su Santidad el XIV Dalai Lama, auspiciada por nuestra asociación. Lo hicimos con gran júbilo pues conocemos el enorme cariño y respeto que los costarricenses sienten hacia él, como pudimos comprobar durante sus dos visitas a nuestro país en 1989 y en 2004, y porque sabemos del especial aprecio y admiración que Su Santidad siente por Costa Rica, demostrados, entre muchas ocasiones más, al mencionar y poner como ejemplo a nuestro país en su discurso de aceptación del Premio Nobel de la Paz que le fue conferido en el año 1989. (Ver discurso completo)

Hoy, con profundo pesar y consternación, los miembros de la Junta Directiva de la Asociación Cultural Tibetano-Costarricense nos vemos obligados a comunicarles la cancelación de tan ansiado evento, motivada por la solicitud expresa del Presidente de la República, Dr. Óscar Arias , de que Su Santidad “pospusiera” su visita a Costa Rica. El Dalai Lama lo complació, con la humildad y el respeto hacia los demás que son fundamento de su vida.

Después de que nuestra Asociación hizo pública la solicitud del Presidente Arias y la resultante cancelación de la visita de Su Santidad a Costa Rica, el mandatario dio a conocer su carta al Dalai Lama, (nótese) fechada 5 de agosto, donde le ruega no venir a Costa Rica, porque espera recibirlo con otros laureados Nobel en algún momento (sin definir) del año 2009 y porque no estaría en el país durante los próximos días de setiembre cuando se llevaría a cabo la visita.

Lamentablemente, esas dos razones hechas públicas por don Óscar son meramente cosméticas, porque:

  1. Una indefinida visita oficial en el 2009 no impedía de ninguna manera que se llevase a cabo la visita privada del Dalai Lama que, con gran alegría y honra para nuestra asociación, él había aceptado y confirmado para este año (del 10 al 12 de setiembre 2008).
  2. Puesto que El Dalai Lama venía a Costa Rica en visita privada de carácter enteramente espiritual y cultural, y no respondía a invitación del Dr. Arias o de su Gobierno, era totalmente innecesario que el Presidente Arias estuviese en el país para recibirlo.

Ambas razones esgrimidas por el Presidente Arias podían perfectamente materializarse en el 2009, sin recurrir al agravio de pedirle al Dalai Lama que "pospusiera" su visita y su compromiso de este año con los que el Presidente Arias llama "un grupo de budistas" que obviamente para él son descartables. Como si no conociera la existencia de nuestra Asociación, que fue la que lo invitó a pronunciar el discurso de bienvenida a Su Santidad en ocasión de la charla pública impartida por el Dalai Lama en el Teatro Nacional durante su visita al país en setiembre de 2004. Como si el deseo de los costarricenses de compartir con el Dalai Lama su mensaje espiritual y de paz fuera intrascendente y desechable.

Lo que resulta gravísimo y totalmente inesperado en un Premio Nobel de Paz, si no en un señor Presidente de la República, es que negara la verdadera connotación política de la cancelación solicitada, que se relaciona directamente con su deseo de complacer al Gobierno Chino. Esto lo podemos afirmar porque el día 5 de agosto de 2008, aproximadamente a las 8 de la mañana, don Óscar hizo una llamada personal a la Presidenta de nuestra asociación, doña Maritza Pacheco, quien por muchos años había tenido una amistad con él. En esa conversación, además de las dos razones alegadas por don Óscar, también le indicó que "si el Dalai Lama viene a Costa Rica, Hu Jintao no vendrá y eso no le conviene a Costa Rica", y le pidió que retirásemos nuestra invitación al Dalai Lama. Por supuesto, semejante pretensión fue denegada porque era impensable. ¿Con qué razón podíamos nosotros, que habíamos invitado a Su Santidad con profunda devoción y respeto, decirle entonces que no viniera? ¿Qué tenía que ver nuestra invitación, honrosamente aceptada por el Dalai Lama, con los intereses personales y políticos del Sr. Presidente?

Como era su obligación, doña Maritza de inmediato reportó la conversación a la Oficina del Dalai Lama, el 5 de agosto de 2008 (Ver carta). Increíblemente, la jefa de prensa de la Presidencia ahora niega tal conversación telefónica. Afortunadamente, don Óscar no lo ha hecho también porque eso, aparte de constituir un engaño y una falta de honorabilidad, demostraría una grave falta de valentía.

Como resultado de la misiva presidencial arriba indicada y el contenido del informe enviado por doña Maritza, el Representante de Su Santidad para América Latina nos comunicó con enorme pesar la cancelación de la visita y nos envió copia de la carta de respuesta que el Secretario del Dalai Lama, Chhime Chhoekyapa, envió al Presidente Arias el 12 de agosto de 2008, donde también fundamenta la decisión del Dalai Lama de no visitar Costa Rica en esa tercera y determinante razón: la conversación telefónica sostenida por don Óscar con la Presidenta de nuestra Asociación. (Ver carta)

Es ampliamente conocido que el gobierno totalitario de la República Popular de China ha ejercido una persecución política sistemática contra el Dalai Lama y ha ejercido presión ante todos los gobiernos de los países alrededor del mundo donde Su Santidad ha sido invitado, para impedir su visita. Y se ha dado que muchos gobernantes hayan desistido de entrevistarse oficialmente con Su Santidad; pero jamás se le ha solicitado no visitar un país donde las actividades a efectuarse son de carácter puramente espiritual y cultural. ¡En este caso hemos sido triste ejemplo!

La Asociación Cultural Tibetano-Costarricense lamenta profundamente la desacertada decisión política del Presidente Arias, y considera que se ha lesionado la soberanía de Costa Rica cuando el Gobierno de Costa Rica y su Presidente y Premio Nobel de Paz, se someten en forma incondicional, por intereses económicos y políticos, a un régimen totalitario mundialmente conocido por sus sistemáticas violaciones de los derechos humanos de sus ciudadanos en general y del sufrido pueblo tibetano en particular, sobre el cual por más de seis décadas ha practicado un cruel y sistemático genocidio. La solicitud hecha al Dalai Lama debe ser motivo de consternación para nuestro pueblo.

Insistimos, porque debe quedar claro para todos, que Su Santidad el Dalai Lama no venía a Costa Rica por motivos oficiales ni menos aún por razones políticas. Venía donde nosotros en una visita privada cultural y espiritual, gestionada y financiada en su totalidad por nuestra Asociación, cuya única finalidad era brindar a los costarricenses una nueva oportunidad de escuchar el mensaje de paz y de amor que Su Santidad incansablemente lleva por el mundo, y que le ha valido el respeto y la admiración de todas las personas que comparten sus altos valores altruistas, y que ven en ellos una esperanza para la humanidad, en medio del odio y la violencia que la amenazan.

Nos llena de desconcierto y pena la actuación de nuestro Presidente, quien hace tan sólo cuatro años, cuando se preparaba para las elecciones presidenciales, aceptó gustoso la invitación de la Asociación Cultural Tibetano-Costarricense de pronunciar el discurso de bienvenida a Su Santidad, en el Teatro Nacional. En aquel momento, como parte de su prolongado discurso ( Ver extracto del mismo publicado en La Nación), el Dr. Arias dijo:

“Damos gracias al Dalái Lama por dedicar todas sus energías y todo su poder espiritual al servicio de las más nobles y más urgentes causas de la Humanidad. Le damos gracias, en este día, por la gran bendición que significa para Costa Rica su honrosa visita y por su generoso reconocimiento a nuestra vocación de paz y a nuestro amor por la naturaleza”.

“…En la actividad política parecieran carecer de relevancia el afecto y las emociones motivados por manifestaciones del amor. La política pareciera ser un terreno en el que las conductas de los seres humanos están condicionadas únicamente por la ambición de poder y por la competencia, muchas veces irracional, entre grupos y entre individuos. De acuerdo con esa percepción, la política no debería dejar espacio para las manifestaciones relacionadas con la bondad, el amor y la belleza”.

“Obligados por la ineludible necesidad de actuar a tiempo frente a una multitud de problemas muchas veces insolubles, los políticos hacemos ostentación de eficacia y ocultamos los sentimientos como si estos fueran, por definición, una muestra de debilidad, un lastre para la acción. Con ello permitimos que la política sea percibida como una actividad en la que se sacrifican los goces de la vida y los sentimientos de las personas”.

“…El Dalái Lama, representante de un pueblo al que la arrogancia de un gran poder de nuestro tiempo ha privado de su libertad y amenaza con destruir su cultura, se encuentra entre nosotros. Él y su pueblo representan un singular ejemplo por su entereza, por su religiosidad y, sobre todo, por su práctica de la compasión. En la búsqueda de una fórmula que le permita a ese pueblo conservar su identidad, sus creencias y su cultura, el Dalái Lama predica el amor y no el odio, la compasión y no la violencia”.

Las palabras del Dr. Arias, Premio Nobel de Paz, hoy se convierten en triste parodia, por su actuación al no querer disgustar al gobierno totalitario chino otrora el "gran poder arrogante de nuestro tiempo” según sus propias palabras— con la presencia en Costa Rica de SS el Dalai Lama, Premio Nobel de Paz y más aún, Mensajero Espiritual mundialmente reconocido y admirado. ¿Adónde queda la soberanía de Costa Rica? ¿Adónde el prestigio de nuestro país como democracia ejemplar? ¿Adónde los más altos principios? ¿Adónde la verdad?

Junta Directiva
Asociación Cultural Tibetano Costarricense


Fuente: http://www.tibetencostarica.com/

1 comentario:

  1. Qué gusto saber que, indistintamente de las reglas que rigen las creencias espirituales o religiosas de las personas, existe tolerancia a la diferencia y respeto, mesura y solidaridad ante otras realidades que otros gustan tapar con un "veto moral", aunque sea en doble vía, producto de las amarras políticas y polítiqueras, económicas o simplemente egocéntricas. La situación del pueblo tibetano, que aclaro: no es una secta
    como un poco de ignorantes le han llamado, ha sido un pueblo esparcido en el mundo como esporas que tarde o temprano florecerán, que cediendo como el bambú cede al viento, abandonaron las tierras ricas en minerales y espiritualidad invadidos por la avaricia y el totalitarismo del gobierno chino...de ese cuyo Presidente hoy pone un pie en mi país -fecundo, labriego y libre, aunque sea bajo el canto del himno- y me esconden en casa para que la gran delegación china no vea al pueblo trabajador del sector público costarricense al cual pertenezco. ¿Por qué nuestros gobernantes y aspirantes a serlo siguen creyendo que los "ticos" somos tontos?
    "Tibet Libre y larga vida al Dalai Lama"

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