13 de marzo de 2009

La "novela" del aeropuerto Juan Santamaría

En el Semanario Universidad de esta semana, el periodista Eduardo Ramírez Floresnos ofrece un artículo titulado "La 'novela' del aeropuerto Juan Santamaría estaría próxima a concluir", en el que nos informa que corresponde ahora a la Contraloría General de la República, dar el refrendo o no a un nuevo addendum según el cual el consorcio HASDC-ADC-Andrade&Gutierres Concesiones, se encargaría de concluir las obras en el aeropuerto Juan Santamaría y se les cedería la gestión del aeropuerto hasta el 2026.

El contrato de gestión interesada suscrito con Alterra Partners, según el cual esta empresa debía haber terminado las obras de modernización del aeropuerto en agosto de 2004, ha sido fuertemente cuestionado por un grupo de profesionales entre los que destacan Otto Escalante, Juan José Sobrado y Rodolfo Silva. En cuanto a este último addendum, las críticas van dirigidas principalmente al hecho de que la empresa Alterra Partners recibiría 1.100 millones de dólares a cambio de 40 millones de dólares en obras y de los costos en que han incurrido por la operación del aeropuerto (que según parece no exceden los 10 millones de dólares anuales). Y, Costa Rica quedaría amarrada a un nuevo gestor hasta el 2026.

Pero, lo más criticable del addendum, es que en el mismo se dispone que en caso de controversia, las mismas serían resueltas de acuerdo con las leyes estadounidenses y del estado de Texas (según se afirma en el artículo), con lo que -como es costumbre para nuestros negociadores- se afecta gravemente nuestra soberanía (y la posibilidad de que los asuntos sean resueltos en nuestros tribunales, donde se le daría prevalencia al interés público.

Por otra parte, llama la atención la fotografía que aparece en el artículo, donde se muestra que el consorcio "ya comenzó a ubicar maquinaria y materiales, así como a realizar labores contiguo al edifico de arribo y salida de pasajeros", lo que pareciera dar a entender que están muy seguros de que el addendum será refrendado por la Controlaría. Aunque al ser cuestionado por el periodista, el señor Jeff Scheferman, representante del consorcio "respondió en tono jocoso que entonces perderían la inversión hecha". Espero que la burla no nos haya sido dirigida a los costarricenses, pues creo que con las que nos ha hecho Alterra durante todos estos años, es más que suficiente.

Ante estas noticias nuevamente vuelve a la palestra la eterna discusión en torno a la calidad de los servicios que se dan (tanto en el sector público como en el privado) y a la idea que nos han vendido de que lo privado es mejor que lo público. Algunos lo afirman porque consideran que los empleados públicos son vagos, otros porque dicen que la infinidad de normas no les permiten trabajar (o administrar fondos donados por el BCIE). Lo cierto del caso es que el aeropuerto ha sido un claro ejemplo de que tal afirmación no es tan cierta como se nos cuenta y que lo único que nos hace falta es más personas que quieran y las dejen trabajar, sin injerencia política, en las instituciones públicas.

Pero volviendo al caso de Alterra, y como afirma Eduardo Ramírez en su artículo, en las próximas semanas conoceremos el resultado de esta "novela" y, es claro que la decisión de la Contraloría otorgará "un final feliz" a la misma, "ya sea para Alterra, o para el país"; pues es evidente que los intereses de ambos, son totalmente contrapuestos.

3 de marzo de 2009

La escafandra y la mariposa

Recién entregados los premios Óscar, nuestros cines se llenan de películas premiadas. Es la oportunidad del año, pues podemos ver las películas que se estrenaron en los Estados Unidos el año pasado y que fueron elegidas por todas esas personas ligadas al mundo cinematográfico estadounidense.

Sin embargo, no podemos traicionar la sala que nunca nos traiciona y que siempre nos trae buen cine para disfrutar. Aunque con algunos años de retraso (pues el costo de los estrenos es alto), siempre tiene una buena película que ofrecernos. Por eso, no dude en ir el jueves pasado a la Sala Garbo, a disfrutar de la película francesa La escafandra y la mariposa.

Antes de comentar la película, les aclaro el significado de tan extraña palabra, que al menos no está en mi léxico cotidiano. Según el Diccionario de la Real Academia, escafandra es un "aparato compuesto de una vestidura impermeable y un casco perfectamente cerrado, con un cristal frente a la cara, y orificios y tubos para renovar el aire, que sirve para permanecer y trabajar debajo del agua".

El título no podría ser más descriptivo. La película nos cuenta la historia de Jean-Dominique Bauby, redactor de la revista Elle que luego de ataque al corazón pierde el movimiento de su cuerpo y solo lo conserva en uno de sus ojos. No puede hablar y se encuentra incomunicado, solo con sus pensamientos, enfrentándose a un mundo nuevo, muy diferente del que dominó como redactor de tan importante revista.

Al inicio, el juego con las cámaras ubica al espectador en la posición de Bauby, de forma tal que nos obliga a sentir lo que él siente. Estamos atrapados en un pequeño espacio de visión, sin poder comunicarnos con un grupo de personas que creen saber lo que queremos. Luego, las cámaras cambian su visión, pero ya han logrado ese objetivo inicial, del cual no podremos liberarnos hasta salir de la sala de cine.

La película transcurre desde la impresión de despertar luego de un coma, sintiéndose ajeno a ese nuevo mundo, pasando por estados en los que Aubry siente lástima de sí mismo y prefiere estar muerto, a una tenacidad indescriptible, que lo lleva a lograr comunicarse por medio del parpadeo de su ojo. Es así como "escribe" una novela en la que narra su experiencia.

La forma en que Mathieu Amalric (en el papel de Aubry), logra comunicar sus sentimientos, sus pensamientos y sensaciones, con solo el movimiento de su ojo, es impresionante. Ya de por sí el juego de cámaras inicial nos ha hecho meternos en su piel. Era evidente que aun cuando su cuerpo era inútil, logró utilizar el único recurso que le quedaba para comunicar la vivacidad de su mente. Fue una verdadera suerte que lograra superar su deseo de morir, para dejarnos una historia maravillosa, que luego podríamos conocer por medio del cine.