23 de agosto de 2009

Harry Potter y el misterio del príncipe

Recientemente se estrenó la penúltima entrega dela saga de Harry Potter. Como aficionada que soy al personaje y al mundo creados por J. K. Rowling, no podía dejar de ver la película.

Como siempre, quedé encantada por la fotografía, los efectos especiales, los grandes actores y los más jóvenes que ya empiezan a destacar; en fin, con todo ese mundo de fantasía -o de la realidad de mundos desconocidos- que nos ha regalado Rowling. Sin embargo, en esta oportunidad la adaptación nos ha dejado sinsabores.

La narración se alarga presentándonos el ingreso a la adolescencia de los protagonistas y de sus primeros enamoramientos. Pareciera que Cupido se ha desbocado y ha lanzado sus flechas por doquier. Se convierte esta entrega de Harry Potter, en una especie de novela para adolescentes. Atrás quedaron las expectativas dejadas por los últimos minutos de la película que le precedió; en la que el enfrentamiento entre los contendores principales y el despliegue de sus poderes, nos dejaron fascinados frente a la pantalla. Ahí fue donde descubrimos la madurez alcanzada por esos jovencitos, que no sabían siquiera utilizar una varita mágica. En esta última película los humanizan nuevamente y nos los muestran con las indecisiones propias de su edad. En ese sentido, se convierte en un filme enriquecedor para definir la psicología de sus personajes, y en la antesala perfecta para el esperado final.

1 comentario:

  1. Por supuesto, la película no reproduce todos los acontecimientos del texto escrito. Esto sucede casi con todas las puestas en escena basadas en libros. Generalmente, se le da un énfasis: en este caso, uno de ellos es el "descubrimiento" del amor. Aunque faltan detalles importantes para los que hemos leído todos los libros, la película está bonita; los efectos bien logrados y las actuaciones de los actores buena, como siempre.

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