23 de abril de 2009

Sosteniendo la lectura II

Continúo con el recuento de los textos que estoy leyendo en este momento.

6. Limón Reggae de Anacristina Rossi (Legado, 2007). Después de leer Limón Blues no podía dejar pendiente este libro y estoy a la espera de la tercera entrega. En las tapas de la portada leemos:
"Limón Reggae es la esperada novela de Anacristina Rossi luego del éxito de su anterior Limón Blues. Segunda de una trilogía, esta obra es un lienzo que retrata la Centroamérica del final del siglo XX.
Desde su niñez en Limón, en los años 70, Laura/Aisha, personaje principal, registra las luchas reivindicativas de los negros en Estados Unidos y su impacto en el Caribe costarricense. Esto marcó su vida.
En un estilo que cautiva y atrapa desde el inicio, la obra nos lleva por una historia trepidante y, con Laura como testigo de excepción, muestra la brutalidad de las dictaduras militares en Nicaragua y El Salvador, la lucha revolucionaria, las agitadas pasiones, los intensos amores y desencantos de los protagonistas de esta turbulenta época.
Entre la felicidad efímera y la lucha persistente, una cadencia los une: "el reggae con su compás atrasado, su backbeat misterioso, su espacio de silencio, de poder y de gloria".
Anacristina Rossi Lara nació en Costa Rica. Estudió en Inglaterra, Francia y Holanda. Es escritora, traductora, periodista, ambientalista y especialista en desarrollo y estudios de la mujer.
Su primera novela, María la noche (Lumen, 1985) Premio Nacional de Novela 1985 y traducida al francés por Editorial Actes Sud, la reveló como una de las principales narradoras contemporáneas.
La loca de Gandoca (Educa, 1991), desde 2001 publicada por Editorial Legado, se estudia en la educación media y universitaria de su país.
Limón Blues, (Alfaguara, 2002) ganó el Premio Nacional de Novela (2002), el Premio Áncora del diario La Nación (2001-2002) y el Premio José María Arguedas de Casa de las Américas, Cuba.
Varios cuentos de su libro Situaciones Conyugales (Rei, 1993) han sido traducidos y publicados en otros países.
En 2004 el gobierno de Chile le otorgó la Medalla Presidencial del Centenario de Pablo Neruda".

7. Manual de edición literaria y no literaria de Leslie T. Sharpe e Irene Gunther (FCE, 2005). En la contraportada viene la siguiente descripción del contenido:
"La misión del editor puede resumirse en una frase: hacer que cada libro sea el mejor libro posible. Tal es el credo de las autoras de este compacto manual de técnicas editoriales, aplicable lo mismo a la novela experimental que a un libro de autoayuda, a una enciclopedia que a un poemario. En una industria cada vez más apremiada por los resultados económicos, los principios que se presentan aquí son un alegato en favor del lenguaje, de la buena escritura, de la coherencia interna, así como de las buenas relaciones entre quienes escriben los manuscritos y quienes ayudan a convertirlos en libros. En ese proceso intervienen cuatro actores, según la taxonomía profesional sugerida por Sharpe y Gunther: el editor de adquisiciones y el de contenido, el corrector de estilo y el de pruebas, cada cual concentrado en una función específica que a menudo se confunde con las demás. Todos deben ejercitar sus sentidos editoriales -el ojo, el oído, el olfato, la memoria, el sentido común y por supuesto el sentido del humor- para cumplir con su objetivo: ayudar a que el escritor produzca la mejor obra a su alcance. En ese alumbramiento se ponen en práctica los principios enunciados aquí: economía de expresión, tacto para lidiar con los autores, flexibilidad para adaptarse a la lógica de cada proyecto, uniformidad y congruencia en la escritura, confianza en la propia intervención editorial, respeto por la obra ajena y responsabilidad con los lectores y con la editorial para la que uno trabaja.
En esta obra se describen las funciones y las características idóneas de los editores que actúan en sectores como:
  • la edición literaria,
  • la edición de libros infantiles,
  • la edición de obras de referencia,
  • la edición de libros de texto,
  • la edición académica y
  • la edición escolar.
Los consejos sobre cómo editar -y, mejor aún, sobre cómo no editar- le serán de utilidad a quien se inicia en esta profesión, y a quien tiene ya muchas horas de vuelo le servirán para afianzar su experiencia, tanto si los acepta como si los rechaza, amén de que le serán de utilidad cuando deba contribuir a la formación de nuevos colegas. Este ánimo pedagógico, junto con la certeza de que editar bien ofrece innumerables satisfacciones, domina las páginas de este manual, que aspira a ser ejemplo de algo que pregona: que los libros valgan tanto o más que lo que cuestan".

8. Manual de derechos de autor de Laura Casado (Valletta, 2005). El libro ofrece lo siguiente: normas y tratados internacionales, las 100 preguntas y respuestas, propiedad intelectual e industrial y modelos de contratos. En la contraportada dice:
"Un manual que abarca los aspectos técnicos, jurídicos y teóricos, de todos los aspectos vinculados con los derechos intelectuales, en forma concisa y sencilla.
Las 100 preguntas y respuestas representan y reflejan el contenido de una obra útil, práctica y necesaria para todos aquellos vinculados, de alguna forma, con el quehacer creativo e intelectual".

9. Manual de usuario Nokia. Esto les causará gracia, pero 160 páginas y creo que tardaré más tiempo en leerlo que en utilizar mi teléfono. Sucede que mi anterior celular falleció y el año pasado tuve que comprar uno para sustituirlo. Mi sorpresa fue que no conseguía teléfonos TDMA en ninguna parte y, en pequeños negocios, es posible comprar uno reconstruido o usado. Al final me contenté con uno que podría quebrarle un dedo a alguien, si le cae en un pie, pero que servirá para mis constantes descuidos. No más estrenándolo se me cayó en el parqueo de un supermercado y, evidentemente, no me cayó en el pie, pues lo quité a tiempo.

10. Manual de Operaciones del Wii. El que no lo haya leído todavía, no significa que no esté jugando. Pues sí, cada vez que puedo lo enciendo y me pongo a hacer ejercicios con el Wii Deportes o el Wii Fit. Cuando juego al tenis en el primero, todos los que están a mi alrededor se deben alejar, pues me dejo llevar por la realidad virtual. Eso no significa que los sobrinos no me den palizas con solo mover su muñeca (tan acostumbrados ellos a otro tipo de dispositivos), pero yo no renuncio a mover todo mi cuerpo, así, de paso, hago algo de ejercicio.

Habrán notado en esta entrega, mi obsesión por leer los manuales de cuanto aparato adquiero. Aunque en ocasiones no los entiendo, olvido las indicaciones o el aparato fallece antes de concluirlo.

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